La variabilidad espacial en el cultivo de maíz es definitoria para la obtención de rendimientos cada vez mayores, ya que con un stand de plantas uniformes nos aseguramos una distribución de recursos (luz, agua y nutrientes) también uniforme. A partir de la información obtenida mediante el uso de drones y los análisis estadísticos posteriores, podemos obtener cuales son los parámetros de uniformidad que tenemos en nuestro lote y cómo mejorarlo.
La determinación de la densidad objetivo en maíz es fundamental para la obtención de rendimientos reales cada vez más cercanos a los potenciales. Esto implica seleccionar un número de plantas por superficie que asegure exponer a cada una de ellas a una competencia intra específica que asegure una tasa de crecimiento por planta intermedia. Esta tasa de crecimiento, si bien no es con la que se obtiene el máximo número de granos por planta, pero si es la que asegura el máximo número de granos fijados por unidad de superficie (Andrade et al. 1996).
Con una densidad por encima del rango adecuado aumenta la altura de las plantas, aumenta la cantidad de plantas estériles, aumenta la senescencia foliar y disminuye el número y peso de los granos. En cambio con una densidad por encima de ese rango, si bien el número de granos fijados por espiga es mayor, la cantidad de granos por unidad de superficie es menor, disminuyendo los rendimientos.
Sin embargo, dentro del cultivo pueden generarse dos tipos de desuniformidades que comprometen ese rendimiento. Estos son desuniformidad temporal y espacial.
La desuniformidad temporal se refiere a las diferencias en la emergencia de las plantas, mientras que la espacial se refiere a las diferencias en la distribución de las plantas dentro de la hilera, teniendo en cuenta la ocurrencia de fallas (espacios sin planta) y dobles (dos semillas en un mismo lugar).
La desuniformidad temporal se observa cuando existe un mal contacto suelo-semilla, variaciones de la profundidad de siembra de las semillas dentro de la misma línea o un contenido de humedad deficiente en la cama de siembra.
Los factores que condicionan la desuniformidad espacial de las plantas de maíz son: la mala elección de la placa de la sembradora según el calibre de la semilla (más de una semilla por celda), la velocidad de siembra elevada (Balboa et al., 2008) y la presencia de rastrojo en superficie.
Estas prácticas operativas erróneas en el proceso de siembra, determinan cultivos de maíz desuniformes.
En cuanto a las pérdidas asociadas a la desuniformidad espacial, las revisiones realizadas en los últimos años en el país dejan en evidencia que las pérdidas son de hasta 100 kg (+/- 40 kg) por hectárea por centímetro, cuando el desvío estándar supera los 5 centímetros. No obstante, estas pérdidas son mitigadas en cierta medida (hasta un 30%) por la tolerancia del híbrido al estrés y la plasticidad reproductiva (capacidad de fijar más granos en las plantas contiguas a donde se dió la falla).
¿Cómo lo hacemos?
En Prometeo realizamos la captura de imágenes de alta resolución, para que mediante software específicos determinar la distribución espacial y a partir de él calcular el desvío estándar respecto a la media. Con ello se obtiene los posibles impactos del rendimiento y las prácticas necesarias a corregir en situaciones futuras.
Mediante la captura y procesamiento de imágenes del cultivo en sus primeros estadíos, podemos determinar el desvío estándar del distanciamiento y la densidad de plantas logradas. A partir de allí se entrega un análisis estadístico de las pérdidas esperables por mala distribución y las áreas más problemáticas de distribución y crecimiento, y sus posibles causas. Con ello se puede tomar mejores decisiones y optimizar recursos.
CASO: Lote El cerro

Metodología
Se reevaluó la cantidad de plantas por parcelas a fin de constatar los datos tomados con el dron. Para el conteo se utilizó una cinta métrica de tres metros, se colocó en el entre surco y se midió el distanciamiento entre plantas a cada lado de la cinta en esos tres metros. El procedimiento se repitió en 5 puntos por cada franja.
Es importante destacar que las mediciones se realizaron desde media loma hacia el bajo. No se realizó medición en la zona de loma del lote, que si se midió en el conteo mediante imagen de dron.
Resultados
Franja 1 | Franja 2 | ||||
A | B | A | B | ||
Área parcela (m2) | 6,5 | 400 | Área parcela (m2) | 8 | 400 |
Dist. prom. | 0,67 | 0,7 | Dist. prom | 0,45 | 0,5 |
Plantas / m lin | 1,5 | 1,4 | Plantas / m lin | 2,1 | 1,8 |
Plantas / parcela | 2,3 | 1081,7 | Plantas / parcela | 3,5 | 1413,0 |
Prescripción (pl/ha) | 30000 | 30000 | Prescripción (pl/ha) | 50000 | 50000 |
Plantas/ha | 28846,2 | 27042,3 | Plantas/ha | 40384,6 | 35325,1 |
Logro (%) | 96,15 | 90,14 | Logro (%) | 80,77 | 70,65 |
Franja 3 | Franja 4 | ||||
Área parcela (m2) | 8 | 400 | Área parcela (m2) | 8 | 400 |
Dist prom | 0,4 | 0,5 | Dist prom | 0,3 | 0,4 |
Plantas/m lin | 2,7 | 2,1 | Plantas/m lin | 3,2 | 2,3 |
Pl/parcela | 4,15 | 1594,5 | Pl/parcela | 5,13 | 1804,1 |
Prescripción (pl/ha) | 60000 | 60000 | Prescripción (pl/ha) | 90000 | 90000 |
Plantas/ha | 51923 | 39861,6 | Plantas/ha | 61538 | 45102,5 |
Logro (%) | 86,54 | 66,44 | Logro (%) | 68,4 | 50,1 |
La columna A representa lo observado mediante mediciones in situ en el campo, la columna B representa lo estima mediante fotografía de dron. Es importante también diferenciar que la medición A se llevó a cabo hacia fin de ciclo y la B cuando la planta estaba en estado V5-V6. Esto representa una significativa diferencia por dos motivos, pueden existir plantas rezagadas que no fueron captadas (dominante-dominada) o bien, que emergieron después del primer relevamiento. Aun así el coeficiente de logro observado en la parcela es bajo en altas densidades, debido a las condiciones ambientales ocurridas durante el ciclo de crecimiento.